José Pereiro López Checuty, o más bien Pepiño como se le conoce cariñosamente, fue farmacéutico antes de dedicarse enteramente a su pasión que es el vino. A lo largo del camino Pepiño se enamoró del mundo del vino y terminó cursando un máster de enología y viticultura en Madrid. Durante algún tiempo colaboró con Raúl Pérez en el Bierzo y llegó a elaborar un vino allí también. En 2011 decidió plantar 3 hectáreas de viñedo de brancellao y caiño longo en el anfiteatro de una propiedad familiar en Carballeda de Avia de Orense dentro de la denominación de Ribeiro.
Los tintos de Ribeiro están viviendo un verdadero resurgir. Como en otras zonas de Galicia, con la excepción de Ribeira Sacra, los vinos tintos siempre han estado eclipsados por los blancos. Principalmente porque previamente no eran comercialmente viables ya que difícilmente podían competir con Ribera o Rioja. Pero hay que recordar que tradicionalmente los tintos siempre han sido una parte importante del viñedo gallego y hoy en día muchos elaboradores están recuperando el viñedo tradicional y elaborando vinos de calidad llenos de carácter. Aunque algunos elaboradores pioneros como Luis Anxo Rodríguez llevan años insistiendo en los tintos de la zona.
Actualmente Pepiño solo elabora un vino bajo el nombre de Xanledo hecho a partir de 60% de caiño longo con 40% de brancellao plantado en terrazas sobre suelos de sábrego (granito descompuesto). El vino fermentó con levaduras autóctonas y raspón entero y posteriormente se mantuvo durante 11 meses en barricas de roble francés. La madera es irreconocible y el resultado es un vino muy distintivo, de una finura excepcional, con un perfil delicado pero también equilibrado y persistente, y que demuestra una vez más el enorme potencial de esta región para los tintos. Hay que recordar que Ribeiro es una región continental con inviernos fríos y veranos calurosos donde hay cierta influencia atlántica por la relativa proximidad del océano pero que, por la presencia de la cadena montañosa que limita la región por el norte y el oeste, es marcadamente mediterráneo. Esto ofrece un clima idóneo para el cultivo de la vid.
Xanledo es un reflejo del enorme potencial de la región para los tintos pero también de la pasión y determinación de Pepiño por crear un gran tinto en Ribeiro.
