Con su proyecto Vinos a Trebolsillo, César Ruiz, Flequi Berruti y Nacho Jiménez hacen referencia a los juegos de su infancia, por ello elaboran vinos amables y divertidos que sacan el lado más accesible de cada región. En el caso de su vino de Ribera, con Trompo, rememoran la peonza. Las uvas provienen de viñedos de unos 35 años de la zona de Gumiel de Mercado, Burgos. El vino fermenta en depósito de acero inoxidable y permanece durante 7 meses en barricas usadas de roble francés. Un Ribera fácil que se bebe solo y alejado de los clichés regionales.
En El Bierzo elaboran Tirachinas. Este vino proviene de viñedos viejos del Bierzo sobre suelos pizarrosos. Se fermenta y cría en un tino de madera de 10.000 litros durante 8 meses. El vino aúna la concentración de los viejos viñedos pero con una elaboración que busca el lado más fresco de la mencía. El resultado es una mencía amable con un punto de complejidad a un precio verdaderamente competitivo.
Finalmente Canicas es el blanco de Rias Baixas. Las uvas de canicas provienen de diversos viñedos y se vinifíca en depósitos de acero inoxidable donde permanece durante 8 meses en contacto con sus lías. Canicas es un albariño que busca el equilibrio entre una acidez moderada (sin perder el esmalte de la dentadura) y buen volumen de fruta.
