Cuentan los Lazkano que según Aguirre Sorondo el origen de la palabra txakoli viene de que cuando le preguntaban al elaborador cuanto había hecho este solía contestar “Etxeko ain”, que quiere decir “lo justo para la casa”. Con el tiempo la palabra evolucionó hasta etxekolain que finalmente terminó por convertirse en el actual txakoli.
La familia Lazkano lleva produciendo txakoli en Getaria desde 1923. Empezaron produciendo “lo justo para la casa” y hoy cuentan con 25 hectáreas plantadas con hondarribi zuri, hondarribi beltza y también con una sección de viejas viñas de chardonnay. Los Lazkano trabajan su viñedo de manera integrada a pesar de las dificultades que el clima supone en esta zona. Elaboran un txakoli básico, un rosado (como singularidad de la región), y Aitako, un vino en homenaje a su abuelo, hecho a partir de viñas de hasta 100 años y un componente importante de chardonnay.
Los suelos varían de zonas con caliza y arenisca a zonas más blandas con arcillas. Todos los vinos se fermentan y se crían en depósitos de inox. Para los Lazkano lo más importante es conseguir una maduración optima en el viñedo y producir txakoli refrescante pero con el volumen y equilibrio de fruta que aporta una maduración adecuada.
