Michel Lafarge es una bodega que siempre se ha mantenido fiel a la tradición familiar a la hora de elaborar los vinos. La sencillez y el buen hacer combinado con la meticulosidad y la intuición hacen que esta pequeña bodega de Volnay en le Côte de Baune produzca consistentemente vinos emocionantes. Los vinos de Frédéric Lafarge en muchos casos no necesitan Grand Crus o Premier Crus para demostrar su capacidad de elaborar vinos deslumbrantes. Cada uno de sus vinos reciben el mismo cariño y la misma atención al detalle.
La bodega de Lafarge fue construida en el siglo XIII y salvo alguna pequeña remodelación se ha mantenido prácticamente intacta. Los Lafarge junto con d’Angerville fueron de las primeras bodegas de Volnay en rebelarse contra el sistema de marchantes, y embotellar sus propios vinos. Acutalmente cuentan con una impresionante colección de viñedos repartidos sobre todo en Volnay con algunas parcelas en Pommard, Meursault y Beaune. En total la propiedad de los Lafarge cubre un total de 12 hectáreas y todas ellas son trabajadas en biodinámica desde el año 2000. En Volnay tienen viñedos en los mejore Crus aunque el verdadero tesoro está en su propio jardín y es 1er Cru monopole ‘Clos du Château des Ducs’. Todo los viñedos que han sido replantados y todas las cepas que mueren se reponen a partir de una selección masal de las cepas más viejas y mejores de la propiedad. Esto aporta tipicidad y complejidad a los vinos.
En bodega, siguen una línea de trabajo tradicional; la uva se despalilla totalmente (recientemente algunas parcelas incluso a mano), se fermenta con levaduras autóctonas en depósitos de cemento y con pigeage o pisado prudente. La madera nueva se utiliza en dosis mínimas oscilando entre un 5% y un 15% máximo según la añada. Los vinos son harmoniosos siempre con esa característica elegancia de Volnay. Desde luego una de las bodegas más admiradas de la Côte de Beaune.