La bodega Didier Dagueneau fue fundada en 1982, su homónimo fundador, el iconoclasta Didier falleció desgraciadamente en 2008 en un accidente de avioneta en la región de Cognac. Es una de esas situaciones donde la personalidad del elaborador parece ser algo tan llamativo como la propia calidad de los vinos. Dagueneau era un rebelde no reparaba en abiertamente criticar a sus vecinos por sus rendimientos así como a los jóvenes elaboradores de vino natural por sus prácticas. Pero también elevó los vinos de Pouilly Fumé a una categoría superior y mostró al mundo el potencial del sauvignon blanc. Redujo drásticamente los rendimientos, empezó a trabajar sus viñedos orgánicamente con una acuciante atención al detalle y a realizar crianzas largas en barricas de 400 l –algo que nunca se había hecho en la región- sobre sus lías. Rechazaba el uso de levaduras autóctonas por que creía que no eran fiables ya que no conseguían vinos secos o por que las fermentaciones duraban demasiado, igualmente experimentó con menores dosis de sulfuroso pero nunca quedó satisfecho. El mismo, fue acogiendo sus principios de elaboración sin guiarse por los dogmas del mercado. Elevó los precios de sus vinos a la altura de los premier cru de Borgoña. Fue sin duda, uno de los personajes más influyentes en el mundo del vino Francés del siglo XX, particularmente para el sauvignon blanc en el Loira. La bodega cuenta con 11 hectáreas, cada hectárea tiene asignado un trabajador al igual que la Romanee Conti, la mayoría se encuentran en Pouilly Fumé y también cuenta con una pequeña parcela en la prestigiosa sección de Chavignol Les Monts Damnés, así como un pequeño viñedo en el Jurançon. En sus viñedos se encuentran diversos suelos donde predomina el pedernal que da ese toque ahumado a los vinos que da nombre a la denominación. Hoy en día la bodega esta en manos de su hijo Lous-Benjamin quien ha continuado el trabajo de sus padre con el mismo esmero y dedicación. Decididamente una de las expresiones más únicas y excepcionales de sauvignon blanc.