La familia Van Zeller lleva casi toda la existencia ligada a la producción de vino en Oporto. Primero como exportadores de Oporto a partir de 1780 y tiempo después con la legendaria bodega Quinta de Noval. Desde muy joven Cristiano Van Zeller estuvo a cargo de esta propiedad. La familia vendió la bodega después de un desgraciado incendio a finales de los años 80 y poco después la marca Van Zellers dejo comercializarse. Pero Cristiano siempre se ha mantenido firme en el Douro. En 1996 adquirió la finca Quinta Vale D. María que entonces contaba con 11 hectáreas de viñedo plantado. Con este proyecto Cristiano quería demostrar (y lo hizo) que el Douro era perfectamente capaz de producir vinos de mesa que estuvieran a la misma altura que los oportos. Finalmente en 2006 Cristiano adquirió de nuevo la marca Van Zellers, lo cual supuso relanzar la marca familiar con toda una línea de oportos. Pero para poder lanzar al mercado tu primer Oporto el consejo regulador exige que el productor tenga una reserva de 150,000 litros. Para ello Cristiano se alió con sus primos quienes tenían sus propias reservas dándole así una nueva vida y oportunidad a la marca Van Zellers.
Hoy en día producen toda la gama de Oportos desde tawnys hasta vintage port. Los vinos siguen teniendo esa finura y elegancia que supuesto el estilo de la casa. También producen una línea de vinos de mesas producidos a partir de la infinidad de variedades que se encuentran en el Douro (tinta amarela, rufete, tinta barroca, tinta roriz, touriga francesa, touriga nacional, sousão). Estos vinos están hechos a partir de uvas que provienen de Quinta Vale D. María. Los viñedos cuentan con una edad medía de 50 años y están plantadas en las fotogénicas terrazas de pizarra en las inmediaciones de Rio Torto.