Aunque Fernando González y Ana Pérez llevan tendiendo sus viñas desde mucho antes, no fue hasta 1998 cuando decidieron empezar a producir sus propios vinos. Fernando y Ana son propietarios de 11 hectáreas de antiguos viñedos situados en los vertiginosos y espectaculares bancos del río Sil en la preciada zona de Amandi. Aquí tienden manualmente cada una de las terrazas, en las que conviven variedades tintas como mencía, brancellao, merenzao, caiño y souson, así como las blancas godello, albariño, loureiro y treixadura. La bodega elabora una serie de vinos a base de mencía pero también embotella una serie de fascinantes monovarietales de las distintas variedades que se encuentran co-plantadas en sus escarpados viñedos. En la elaboración su mantra es la elegancia y solo se utilizan barricas usadas y extracciones delicadas buscando sinuosidad y equilibrio. Los suelos, de pizarra y granito, producen vinos intensos y elegantes. Todos los viñedos se trabajan en ecológico con tratamientos mínimos.
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