La expresividad y la elegancia de los vinos de Geoffroy está basada en la atención a los detalles, el respeto y la paciencia, tanto en el viñedo como en la elaboración. La familia Geoffroy comenzó a elaborar sus vinos en los años 50 del siglo pasado. Primero de la mano de Roger y su esposa Julienne y tras el repentino fallecimiento de Roger, de su hijo René y su mujer, Bernadette. En los años ’80 se incorporó a la bodega el actual propietario, Jean Baptiste, tercera generación de esta casa de champagne ubicada en Cumiéres hasta 2008, año en que se trasladó a un edificio histórico construido a finales del siglo XIX en el cercano pueblo de Ay.
El viñedo comprende 14 hectáreas que se extienden por las laderas de Damery, Hautvillers, Fleury-la-Rivière y sobre todo Cumières, un pequeño pueblo ubicado entre el río Marne y unas laderas escarpadas orientadas al sureste. Un 42% de las viñas con la que trabaja Geoffroy son de pinot noir, un 34% de meunier y un 24% de chardonnay, plantadas en suelos diversos, desde zonas más arcillo-arenosas a parcelas poco profundas con subsuelo de tiza.
El viñedo está dividido en 35 parcelas, todas clasificadas como Premier Cru, que se trabajan de acuerdo con una filosofía de respeto a la naturaleza: se evita el uso de pesticidas, se utiliza abono orgánico, se ara y airea el suelo, en el que se dejan crecer gramíneas de forma espontánea y se han plantado entre las filas de la viña árboles como manzanos, tilos o arces.
Entre sus parcelas hay una que Jean-Baptiste decidió coplantar en 2004 con pinot noir, chardonnay, meunier, petit meslier, arbanne y fromenteau. Geoffroy forma parte de un grupo de elaboradores que desde hace algún tiempo han ido plantando pequeñas parcelas con proporciones iguales de variedades que han ido desapareciendo en el viñedo champenoise. Con este vino, ‘Les Houtrants’, su intención es neutralizar el carácter varietal y darle expresividad al viñedo.
Ya en bodega, los vinos se elaboran con el mismo espíritu de respeto y atención al detalle: las uvas se prensan en dos prensas tradicionales Coquard y el mosto se traslada por gravedad hasta los distintos depósitos. Geoffroy evita la fermentación maloláctica de todos sus vinos, con la intención de conseguir frescura. Una vez llenas, las botellas se almacenan en bodegas profundas de tiza durante entre 3 y 8 años, según las añadas.