Santa Maria La Nave, pasión por la viticultura en la ladera de un volcán

Santa Maria La Nave, pasión por la viticultura en la ladera de un volcán

El proyecto de Sonia Spadaro está situado en las faldas del Etna, en Sicilia. Con sus dos vinos, Calmarossa y Millesumare, Santa María La Nave mantiene la identidad de la región, que cuenta con una extensa historia vitícola dominada por el minifundio, ahora reinterpretado en pequeños “crus” o contradas, como se denominan allí estas divisiones de terreno.  

En las laderas de un volcán que aún se encuentra activo, el abuelo de Sonia ya cultivaba pequeñas parcelas en vaso o, como se conoce localmente, “alberello etneo’ de uvas tintas de variedades locales nerello mascalese, nerello cappuccio y de la blanca grecanico dorato. Además de estar determinadas por un clima cálido y seco en verano y por la oscilación térmica entre el día y la noche, muchas de estas pequeñas parcelas varían en altitud, composición del suelo y orientación, lo que confiere a cada una de ellas carácter y singularidad. 

Santa Maria La Nave posee dos viñedos: uno en la cara noroeste a 1100 metros de altitud, donde cultivan el grecanico dorato, y otro de más edad en el sudeste, a unos 800 metros, donde están las variedades tintas. Detrás de cada viñedo hay una muy cuidada selección vegetal: cada viña fue plantada después de llevar a cabo un riguroso estudio del comportamiento de las distintas variedades en diferentes situaciones del volcán. 

Los suelos del Etna varían enormemente; en muchos casos están compuestos de los restos de lava de distintas erupciones y el paso del tiempo determina su composición y textura, y esa es una de las razones por las que los vinos se manifiestan de maneras tan diversas. En el caso de Millesumare, con un elegante carácter mineral y el tinto, Calmarossa, con frescura y complejidad. 

Para Millesumare, el blanco, solo se utiliza el mosto del primer prensado y a continuación fermenta a temperatura controlada. Después permanece con sus lías en depósito durante algunos meses con battonage semanal. Calmarossa está elaborado a partir de 85% nerello mascalese y 15% nerello cappuccio. La uva se despalilla completamente, el vino fermenta en depósito y posteriormente permanece 9 meses en barricas de roble francés.

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