La familia Clouet es una familia de viticultores cuyos orígenes se encuentran en 1741, cuando su fundador, que fue impresor en la corte de Versalles de Luis XV, comenzó a elaborar vino en la misma casa en la que ahora vive Jean-François Clouet. El peculiar estilo “Ancien Régime” de sus etiquetas es un homenaje al fundador de la casa y a sus descendientes, que también trabajaron como impresores en la corte antes de que los Clouet se dedicaran íntegramente a la producción de champagne.
Fueron necesarios más de dos siglos y varias generaciones para acumular las parcelas y las viñas que trabajan en Bouzy. Bouzy está situado en la parte sur de la Montaña de Reims, este pueblo esta íntegramente plantado con pinot noir ya que allí esta uva consigue maduraciones especiales que permiten que esta delicada variedad alcance su máximo esplendor. Además, Bouzy es uno de los 17 pueblos de entre más de 300 en Champagne que cuentan con la clasificación de Grand Cru. Pierre y Jean François tienen 9 hectáreas de viñedo, en un fabuloso mosaico de parcelas alrededor del pueblo. “Les Petites Brousses”, “Les Hautes Brousses”, “Les Vaudayants”, “Les Ramoniers”, “Les Ronsures”, “Les Cercets”, “Les Gouttes d’Or”, “La Croix”, “Les Varnets”, y “Le Village” son las más destacadas.
Un jour de 1911
Cuando Alma comenzó a trabajar con André Clouet en el año 2000, estaba considerado como un champagne artesanal. Este tipo de champagnes, representan la lucha que han mantenido los pequeños vignerones que querían producir su vino, contra las grandes casas de champagne que les querían comprar las uvas. En el momento en el champagne de viticultor demostró que no solo estaba a la altura, sino que en muchos casos era mejor que el de las grandes casas, debido a la atención al detalle que estos productores prestaban a sus viñedos y bodegas, todo cambio y estas pequeñas bodegas familiares comenzaron a crecer.
Hoy en día muchos de estos pequeños vignerons tienen el mismo prestigio o más que las grandes casas y este es el caso de Jean-François Clouet, que, aunque goze de una gran reputación internacional ha conseguido que André Clouet esté cerca de ser una gran casa y un Champagne de vigneron a la vez, ya que continúa elaborando sus vinos de manera artesanal.
Un Jour de 1911 nace para homenajear a los viticultores que iniciaron la revuelta con la que el champagne reafirmó su estatus de vino único y de gran calidad, ya que obligó al gobierno francés a establecer límites en la denominación, especialmente, se restringió el lugar de procedencia de las uvas y se fijó un precio justo para aquellos que la cultivaban.
Actualmente, el precio de la uva en Champagne ronda los seis euros el kilo, un precio abrumador si lo comparamos con el precio que puede llegar a tener en algunas de las grandes denominaciones españolas, en La Rioja está cerca del euro y en Rueda apenas llega a los treinta céntimos.
A finales de enero de 1911 los insurrectos encontraron más de 400.000 litros de champagne que habían sido elaborados con uva de fuera de la región y esto provocó que las protestas pasasen a ser actos violentos. Pese a los esfuerzos militares que pretendían sofocar estas revueltas, durante más de nueve meses los viticultores llenaron los caminos de botellas rotas de aquellas maisons que compraron uva de dudosa procedencia, cortaron los cables que permitían las comunicaciones y quemaron maisons y viñedos enteros hasta que finalmente el Senado Francés comenzó a elaborar el proyecto de ley que ha conseguido mantener la paz social hasta el día de hoy.
Este espectacular blanc de noirs está inspirado en unas botellas que pasaron 80 años escondidas en la bodega de André Clouet hasta que fueron encontradas. Cada una de ellas, estaba bellamente vestida con una lámina de oro que había sido aplicada a mano, dándole una forma que se asemejaba mucho al escote de una mujer. Este renacimiento del champagne de 1900 y de la Edad de Oro de Francia se elabora con las mejores uvas de Pinot noir que han sido cosechadas durante tres años de diversos viñedos clasificados como Grand Cru. Cada año se producen 1911 botellas y las añadas que se incluyen tienen como mínimo 8 años de crianza, las cuales se desarrollan en sistemas de soleras, con removidos y degüelle manuales que le aportan el misterioso y fascinante sabor del paso del tiempo, un regalo para los sentidos por sus evocadores aromas de lima, pétalos de rosa y jazmín.
¿Habrá una nueva crisis en Champagne?
Desde 1911 el champagne no había vuelto a experimentar una crisis semejante, hasta el año pasado. En el 2021 a causa de una situación climatológica extrema, se estima que se puede haber reducido la cosecha hasta en un 60% en comparación con otros años. Es la menor cantidad de uva recogida en los últimos cuarenta años, debido a las fuertes heladas y tormentas de granizo que sufrió la región durante la primavera pasada. A pesar de esta situación, la denominación confía en poder mantener el abastecimiento de champagne de forma continuada y con normalidad ya que la mayoría de casas cuentan con grandes reservas de vino en sus bodegas, sin embargo, hay quienes esperan que a finales de año pueda haber escasez de algunas botellas.
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